martes, 17 de abril de 2012

CURRÍCULO, EL PLAN DE ESTUDIOS Y LA PLANIFICACION DE LA ENSEÑANZA

La definición de currículo con la cual más me identifico es del autor L. Legendre (1993), que dice que currículo es la referencia al conjunto de experiencias del proceso enseñanza – aprendizaje planificado y ofrecido bajo la dirección de una institución escolar con el propósito de alcanzar unos objetivos determinados. Puede ser aplicado a cualquier nivel donde se desarrolla la actuación formativa de la universidad, desde la elaboración de los planes de estudios hasta la programación que los profesores hacen de sus asignaturas. El currículo se considera un proceso y se encuentra formalizado por escrito, convirtiéndose en un documento abierto a la crítica y es motivo de debate entre los estudiantes y el profesorado. Su finalidad es obtener mejoras en la formación integral de las personas y por tanto, cualquier programa universitario debe servir para mejorar a las personas en todas sus dimensiones. Las tres dimensiones del currículo: proyecto, formativo e integral, se complementan mutuamente en una propuesta capaz de gestionar la misión formativa y profesional que tiene encomendada la universidad. Específicamente, el currículo de la Universidad Católica Madre y Maestra ésta basado en el humanismo cristiano. Los planes de estudios de las diversas carreras son la expresión más genuina del currículo formativo universitario. Estos deben contribuir individualmente a la formación del perfil del egresado de la carrera, o sea, que nuestros objetivos deben ser redactados, poniendo especial atención a las aptitudes que este perfil explicita. El plan de estudios debe cumplir con tres aspectos fundamentales: formales, cualitativos y sociales. Los aspectos formales se refieren a la estructura y la organización de los contenidos que integra los objetivos con las metodologías pedagógicas y de evaluación. Para que el plan de estudios cumpla con los aspectos cualitativos debe haber una coordinación estrecha entre los profesores que imparten la misma materia, para lograr una armonía formativa entre los grupos del mismo nivel (Coordinación Horizontal) y también con los profesores de los cuales nuestras materias pudiesen ser prerrequisito o viceversa, con el fin de que acordemos cuales serían los posibles conocimientos básicos que los estudiantes necesitan obtener antes de llegar a su asignatura (Coordinación Vertical). En cuanto a los aspectos sociales el plan de estudios debe contemplar la disponibilidad para que el estudiante aplique lo aprendido en bien de la sociedad y las comunidades; también, debe existir la posibilidad de negociar con ellos algunos de los contenidos y actitudes a aprender, ya que al fin y al cabo, son nuestros estudiantes los responsables de aplicar los conocimientos adquiridos. Por otro lado, la planificación de la enseñanza es un proceso eficaz que ayuda a pensar y a elaborar diseños sistemáticos, organizados para lograr propósitos determinados. Se inicia con el esclarecimiento de lo que se desea lograr (objetivos). Significa, entonces, que debemos preparar las unidades de enseñanza, tomando en cuenta el contexto, los actores, los contenidos, las mediaciones, las actividades, los recursos, las políticas, los logros y la evaluación. Cuando se planifica el pensum de una carrera, se dice que dicha planificación es macro curricular y cuando se planifican los programas de las asignaturas se denomina micro curricular. El profesor debe conocer ambas planificaciones para poder dominar el arte de planificar y es influenciado por sus ideas pedagógicas, sus conocimientos científicos, su experiencia didáctica y sus actitudes. Hay que recalcar que dos profesores nunca planificarán las asignaturas con objetivos idénticos, ya que estos responden a los propósitos que el docente tiene y quiere conseguir de sus estudiantes, por lo tanto, la universidad puede trazar objetivos generales que sirvan de guía al profesorado para que éste trace sus objetivos específicos. En la planificación hay tres atributos a destacar que son el proceso de toma de decisiones; anticipación de la puesta en práctica del currículo; y la configuración flexible de un espacio instructivo. Cuando planificamos nuestras clases lo primero que hacemos es tomar las decisiones que consideramos pertinente en cuanto al orden lógico de aprendizaje de los contenidos, es decir, que tenemos que tomar en cuenta, si nuestros estudiantes poseen los conocimientos previos antes de que adquieran los que nosotros le vamos a proporcionar, esto para que el estudiantes pueda relacionar los conocimientos y alcance un aprendizaje significativo. Por otro lado, debemos anticipar la puesta en marcha de las estrategias pedagógicas a manejar con nuestros estudiantes, tomando en cuenta si son las mas apropiadas para el grupo el cual impartimos la docencia. Y por último, la planificación debe ser flexible, es decir, que una vez que pongamos en práctica el currículo, casi siempre, se requiere hacer ajustes para que los estudiantes asimilen mejor el aprendizaje, por lo tanto, no debemos resistirnos al cambio o la crítica, porque de ello depende el éxito de nuestra planificación.

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